Fue practicado desde muy temprano por marineros ingleses en lugares cercanos al puerto de Buenos Aires. Desconocido por entonces en las márgenes del Plata, despertó el entusiasmo de los criollos, quienes por aquellos años se debatían entre la aristocracia de la esgrima o los por entonces populares pelota vasca y las riñas de gallos.
En 1867 los hermanos Thomas y James Hogg fundaron el Buenos Aires Football Club en la calle del Temple (hoy Viamonte) 38, donde lo practicaban con carácter amistoso y amateur. Trece años más tarde, un 20 de junio, se enfrentaron por primera vez dos equipos de acuerdo con las leyes que rigen su juego en el Buenos Aires Cricket, asentado en el predio donde actualmente se levanta el Planetario.
Tras la posterior instalación de los ferrocarriles, el fútbol comenzó a ser aceptado por los directivos y empleados de origen británico y se formaron numerosas asociaciones en las cuales se frecuentaba la práctica del juego. Así surgieron entidades como el Lomas Athletic Club, el Buenos Aires–Rosario Railway, el Quilmes Athletic Club, el Flores Athletic Club, el Belgrano Athletic, o el English High School que sería el antecesor del legendario Alumni.
Con estos antecedentes, en 1891 se constituyó la Argentine Association Football League, – formación de corta vida (antecedente de la Asociación de Fútbol Argentino – A.F.A.) – que organizó en nuestro país el primer torneo, en el que intervinieron cuatro equipos y que obtuvo Saint Andrews quien se convirtió en el primer campeón del fútbol argentino. Simultáneamente el juego se practicaba en las calles y en los patios de los conventillos con un invento criollo: la pelota de trapo.
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